lunes, 25 de mayo de 2015

Actividad 8. Trabajo de campo





UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

EL CAMPO APLICADO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD
TUTOR: DRA. SANDRA CEREZO RESÉNDIZ
Clave 0300
Tercer semestre
Unidad III
Actividad 8. Trabajo de campo

Equipo 3
Gustavo Alfredo Villalobos Revelo
Grupo 9335



ENTREVISTAS EN CENTRO DE SALUD
Se realizó una entrevista a diez personas (cinco hombres y cinco mujeres) que acudieron a consulta en el centro de salud Jesús del Rosal, ubicado en Av. Francisco I. Madero 405, col. Ex Hacienda de Guadalupe, C. P. 42050, Pachuca, Hidalgo.
La edad de los entrevistados fluctuaba entre los 24 y los 49 años (37 años en promedio).
No obstante que el mayor número de entrevistados (80%) manifestó consumir alcohol, todos afirmaron que su consumo es moderado.
El problema que presentó mayor incidencia fue la obesidad (70%), en segundo lugar ansiedad (50%) y en tercer lugar diabetes, insomnio y tabaquismo (20% cada uno).
Todos los entrevistados manifestaron realizar algún tipo de actividad física.
No hubo casos de adicciones a sustancias ilegales.
Respecto a su alimentación, nueve la consideraron regular y uno la consideró buena.










ENTREVISTAS EN COMUNIDAD
Se realizaron entrevistas a once personas (cinco hombres y seis mujeres), vecinos de la colonia Privada Diamante, municipio Mineral de la Reforma, Hidalgo.
La edad de los entrevistados fluctuaba entre los 22 y los 72 años (43 años en promedio).
De las condiciones reportadas, cuatro fueron las de mayor incidencia (consumo de alcohol, insomnio, ansiedad y sobrepeso) con 63% de casos cada una, en segundo lugar, consumo de tabaco (27%) y en tercer lugar diabetes (1%).
No obstante que el mayor número de entrevistados (63%) manifestó consumir alcohol, todos afirmaron que su consumo es moderado, en niveles no significativos para considerarlo un problema de salud.
De los entrevistados, diez manifestaron realizar algún tipo de actividad física y uno no realiza ninguna.
No hubo casos de adicciones a sustancias ilegales.
Respecto a su alimentación, uno la consideró mala, siete la consideraron regular y tres la consideraron buena.
 








Considerando el total de entrevistas, el problema elegido fue el sobrepeso, en virtud de que éste se presentó en catorce de los 21 entrevistado (66% de incidencia).

OBESIDAD
Introducción
En su definición más simple la obesidad es una alteración de la composición corporal del individuo caracterizada por un exceso de grasa. La obesidad se clasifica en tipos I, II y II dependiendo la cantidad de grasa existente en el cuerpo, y puede deberse a factores genéticos, ambientales o conductuales.


Según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en mujeres aumentó de 71.9% en 2006 a 73% en 2012, y en el caso de los hombres el aumento fue de 2.7%, actualmente 69.4% de los hombres tiene sobrepeso u obesidad.
El índice de masa corporal es un indicador de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos, se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). La OMS, considera que una persona es obesa si su índice de masa corporal es igual o superior a 25.
Como resultado de un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético, producto de cambios demográficos y culturales, se ha afectado el comportamiento de la población en aspectos como la conducta alimentaria y la inactividad física.
La mala alimentación (basada en el consumo de alimentos con alto contenido de grasas y azúcares a los que se recurre como alternativa para quitar el hambre más que para obtener nutrientes) y la ausencia de una cultura que promueva la realización de actividades físicas han hecho que la obesidad haya aumentado considerablemente.



La crisis económica ha obligado a que tanto el padre como la madre tengan que trabajar, la falta de tiempo para preparar los alimentos en la casa, hace que se recurra a consumir comida rápida o alimentos con alto contenido calórico como una alternativa a la alimentación sana.
La publicidad, enfocada en promover alimentos chatarra también incide en los malos hábitos al comer.



Entre la mayoría de quienes tienen automóvil, se acostumbra usarlo aun en recorridos cortos, lo que hace que las personas sean más sedentarias.
La terapia conductual proporciona métodos que ayudan a cumplir con la dieta e incrementar la actividad física. Los programas de tratamiento conductuales se basan fundamentalmente en técnicas de autocontrol, que dan al sujeto habilidades que le permiten identificar y controlar su propia conducta mediante la manipulación de antecedentes y consecuencias, con los que la conducta se relaciona funcionalmente.
Es importante que estas estrategias se adapten a las necesidades de cada paciente, así como los programas nutricionales y de ejercicio. Los psicólogos deben motivar al paciente para ingresar a un programa de reducción y mantenimiento del peso.
El objetivo primario de la terapia conductual es mejorar los hábitos de alimentación (qué comer, dónde comer, cuándo comer y cómo comer) y los niveles de actividad física.

Justificación
La obesidad es un serio problema de salud cada vez más frecuente en México. Esta condición puede ser el antecedente de enfermedades tales como diabetes, problemas cardiacos y afectaciones en los huesos y músculos, también se la asocia con muerte prematura.
Las personas obesas tienen una mortalidad 3.9 veces superior a la de quienes mantienen su peso dentro de lo normal. Asimismo, tienen una mayor incidencia de enfermedades cerebrovasculares, cardiovasculares, respiratorias, algunos tipos de cáncer, diabetes mellitus e hipertensión arterial. También se puede presentar trombosis venosa y tromboembolismo pulmonar.



Por lo general, un niño o un adolescente obeso será un adulto obeso que estará expuesto a patologías graves, muerte prematura y discapacidad, por lo que es de suma importancia desarrollar programas de prevención dirigidos a la población infantil. La obesidad en los niños puede provocar trastornos como dificultad respiratoria, fracturas, hipertensión; pueden desarrollar enfermedad cardiovascular y resistencia a la insulina además de que ser un niño obeso puede tener efectos psicológicos.
Es por estas razones que la atención de la obesidad debe estar enfocada en la prevención, y cuando el problema ya está presente, se debe llevar a cabo un tratamiento dirigido a que la persona obesa recupere su peso ideal con el objetivo de evitar las complicaciones consecuencia de dicha enfermedad.



Propuesta de intervención
En el desarrollo de la obesidad influyen factores tanto genéticos como ambientales o conductuales. Los factores ambientales o conductuales que originan la obesidad son los más importantes, es a ellos a los que debe estar dirigida la atención, tanto para prevenir el problema, como para atacarlo cuando ya esté presente con el fin de evitar enfermedades graves.
La intervención primaria debe iniciar con un examen físico para determinar el grado de obesidad del paciente, y realizarse una entrevista con sus padres para conocer sus costumbres alimenticias (qué come, en qué cantidad, a qué hora), su nivel de actividad física (si realiza alguna y cuánta), sus antecedentes familiares (padres obesos, enfermedades condicionantes), nivel socioeconómico.



También puede incluir una evaluación psicológica para detectar emociones negativas.
En la intervención primaria, el terapeuta debe hacer conscientes tanto al niño como a sus padres de los problemas que la obesidad puede tener en su salud y en las enfermedades que puede desarrollar de persistir esa condición en la edad adulta.
Se les pedirá que modifiquen sus costumbres alimenticias eliminando de su dieta todos los alimentos con alto contenido de azúcar y grasa y que realice actividad física.



El tratamiento cognitivo-conductual es muy efectivo para que el niño logre controlar el impulso de comer.
Se deben establecer normas relacionadas con las comidas, que éstas sean en un horario fijo, en un lugar adecuado y en un ambiente relajado, y evitar las golosinas entre comidas; si debido a las actividades de la familia esto no es posible, se debe comprometer a los padres que tomar las medidas pertinentes para que el niño no tenga acceso a alimentos no permitidos dentro de la dieta.
Finalmente, se debe establecer un programa de actividades físicas y recreativas con el objetivo de que el niño logre un equilibrio entre las calorías que ingiere y las que utiliza.




Referencias
Alvarado, A., Guzmán, E. y González, M. (2005). Obesidad: ¿Baja Autoestima? Intervención psicológica en pacientes con obesidad. México. págs. 417-428. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29210214
Iñárritu Pérez, M. Departamento de salud pública. Periódico Mural, Obesidad, recuperado de http://www.facmed.unam.mx/deptos/salud/periodico/obesidad/factores.html
La obesidad infantil de México: una cuestión de peso (2013) publicado por Fundación UNAM. Recuperado de http://www.fundacionunam.org.mx/blog/salud/la-obesidad-infantil-en-mexico-una-cuestion-de-peso.html
Meléndez G., Obesidad Infantil en México, fundación mexicana para la salud, recuperado de http://www.ilsi-mexico.org/tourilsi/Obesidad_Infantil_en_Mexico.pdf
Organización Mundial de la Salud (2015). Obesidad y sobrepeso. Nota descriptiva N°311. Recuperado de http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/
Rivera-Fernández, R., Díaz-Contreras, R. y Chavero-Magro, M.J. (2006). Mortalidad e índices pronósticos en pacientes obesos que ingresan en la UCI. Med Intensiva (30)4, 162-166. Recuperado de http://www.medintensiva.org/es/mortalidad-e-indices-pronosticos-pacientes/articulo/13088699/
Saldaña, C. (1998): Modificación de conducta para el cambio de hábitos alimentarios y patrones de actividad física en obesidad infantil. En F.X. Méndez y D. Maciá A. (Comps.). Modificación de Conducta con Niños y Adolescentes. Madrid: Ediciones Pirámide.

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